El Aleph: El Saber de lo Irreal By Marina. |
Es
difícil sentarse a analizar las obras de Jorge Luis Borges, uno de los autores
que más brillaron en la literatura hispanoamericana. Si bien es difícil para
varios lectores, llegar a entender lo que el escritor quiere transmitir
verdaderamente, también es complicada la idea de comprender que es realmente un
Aleph. La nada, el todo, pero sin embargo, no deja de ser el centro de ese todo
y, nuevamente, Borges resalta al saber, como otro apreciado encanto de la
esencia del ser humano. Todos podemos llegar a enfrentarnos con un Aleph en
nuestra vida. A medida que vamos creciendo, conocemos la realidad de las cosas,
pero siempre conocemos, también, su otra cara, es decir, la opuesta. Así como
existe el sexo femenino, también lo es el masculino; el positivo - negativo; lo
bueno - malo; la nada - el todo, pero... ¿Cómo puede existir la nada
contrariamente al todo, si Borges dice que El Aleph es la nada y el todo juntos?
Se podría decir, que constituye un punto de abstracción, iniciático, en un
espacio infinito, donde utilizamos a nuestra consciencia para abstraerla y
expandirla de cosas reales a irreales. Si se utiliza al saber, como seres
racionales que somos para afirmar que todo aquello que existe es lo que vemos,
entonces, si en este momento nos estamos imaginando lo que podría llegar a
tratarse un Aleph, se estaría hablando de algo irreal, de algo que no
conocemos. ¿Existe este punto de abstracción? ¿Cómo se lo imagina uno? ¿De
qué vivencias o experiencias pasadas parte la consciencia para intentar
hacernos una idea de lo que es algo tan simple y tan ilógico como ésto? La
pregunta sería, cómo se podría materializar la nada, si ésta es impensable.
Indudablemente, el hombre siempre quiere creer lo que no entiende, pero termina
entendiendo lo que no cree. En síntesis, el Aleph, es aquel infinito que en
nuestra imaginación se presenta. Donde todo sucede más allá de lo real.
Entonces no cabe duda, que en este análisis estemos hablando de esa tan
nombrada "otra dimensión".
Web Design - ArweniTa © 2002