¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!!

Volver  Volver

Frankenstein: La Omnipotencia Como Principal Objetivo Del Hombre

By Marina.

La tecnología... ¿puede escapar transformándose en enemigo del ser humano?. Así lo demuestra la autora inglesa Mary Shelley, quien en 1818 publica El moderno prometeo, mejor conocido como Frankestein, irrumpiendo en el mundo literario como la primera novela de ciencia - ficción y la última novela gótica, la que luego conoció la pantalla grande. El público, fue quien se ha encargado de popularizar a esta obra, o mejor dicho, a este monstruo, convirtiéndolo en un verdadero mito del terror conocido en cada rincón de los continentes. Aquí, se puede observar cómo el hombre intenta ser omnipotente y asemejándose a Dios, planea dar vida a un nuevo sujeto, quien luego se vuelve contra su creador, tras sentir el rechazo de ser uno más, pero diferente por su extremada fealdad. ¿Tan importante es la carga social, que caracteriza a este engendro con una imagen prototípica, aludiendo a que lo feo es malo?. Si bien, Frankestein es un ser racional que existe por sí mismo, es además, un hombre creado por otro hombre, lo que daría lugar a pensar que es el reflejo mismo de la sociedad. Esa sociedad violenta, que discrimina y aparta a aquellos que no son parte de ese grupo modelo de seres humanos quienes, está comprobado, nacen naturalmente buenos, pero son corrompidos por éste fenómeno. Cuando el rechazo por ser distintos comienza a ser sentimiento, el odio se apodera contra la humanidad, lo que lleva a apartarnos por un camino humanamente indivudualista y soberbio, eligiendo la destrucción, en lugar de preferir aquellas benevolencias de las que se compone la vida. ¿Se puede afirmar que el mal triunfa cuando la criatura se enfrenta con su creador?. Si este engendro, es el fruto de las manos del hombre, la pregunta es: ¿tanta maldad irradiamos, que hasta podemos encarnar esa perversidad, en un niño como Frankestein? Sería irónico pensar, hasta qué punto podemos justificar nuestras acciones. Si como seres humanos vivientes en este planeta Tierra, actuamos violentamente, es lógico creer que sea el mismo hombre el autor de esa criminalidad. Lo cierto es que, quien intenta superar la deformidad propia por medio del lenguaje y el uso de la razón, es nada más ni nada menos que Frankestein, ese monstruo tan polémico, que dejó su huella en las obras maestras de la literatura universal.


¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!! ¡¡Arriba las manos!!

 

Web Design - ArweniTa © 2002