La
Basura Tecnológica de Estados Unidos se "exporta" a países
pobres
Extraído
del diario Clarín (08/03/2002).
Contenedores
cargados de computadoras en desuso son enviados a China, India o Pakistán.
Allí serán reciclados, con resultados muchas veces nocivos para el agua
o el suelo. También preocupa la participación de trabajadores niños en
tareas que incluyen la manipulación de materiales potencialmente
peligrosos.
Entre el 50 y el 80% de
los desechos electrónicos destinados al reciclaje en Estados Unidos se
coloca en contenedores y se envía por barco a China, India, Pakistán y
otros países subdesarrollados, donde se los vuelve a utilizar o se los
recicla en condiciones deficientes, muchas veces con resultados tóxicos.
La exportación global de descartes tecnológicos (computadoras, monitores
y tableros de circuitos) está creando problemas ambientales y sanitarios
en el Tercer Mundo, según un informe reciente emitido por cinco
organizaciones ambientales.
Aunque no existen estimaciones precisas sobre el volumen de este tipo de
desechos creados por el descarte de productos electrónicos obsoletos, la
Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), calculó que, en
1997, alrededor de 3,2 millones de toneladas de desechos tecnológicos
fueron a parar a los rellenos sanitarios en Estados Unidos y que esa
cantidad podría cuadruplicarse en algunos años.
En el informe, también se mencionan estadísticas del Consejo Nacional de
Seguridad de Estados Unidos según las cuales cerca de 315 millones de
computadoras pasarán a ser obsoletas entre 1997 y 2004, lo cual generará
una gran variedad de desechos potencialmente tóxicos. Por ejemplo, cada
monitor de computadora color o cada pantalla de televisor contiene un
promedio de entre 2 y 4 kilos de plomo, que pueden entrar al medio
ambiente cuando los monitores se arrojan ilegalmente en los rellenos
sanitarios. "Creamos un problema que todavía no tiene solución",
dijo Ted Smith, director ejecutivo de la Silicon Valley Toxics Coalition,
uno de los grupos que participaron en el informe.
Por su lado, un científico de la EPA, Robert Tonetti, reconoció que una
parte significativa de los productos electrónicos obsoletos de Estados
Unidos se exportan, pero que como no existe información sistemática
sobre embarques al exterior, no existe manera de medir con precisión el
alcance del problema. Sí existe, según mencionó Tonetti, un informe del
Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos de 1999 que sostiene que,
en ese país, se habían reciclado unos 723.000 monitores y exportado
alrededor de 100.000.
Existe un debate a nivel internacional sobre cómo encarar el problema,
dijo Tonetti. "La Unión Europea, por ejemplo, ya empezó a exigirle
a los fabricantes que asuman la responsabilidad de sus productos desde el
origen hasta el fin, particularmente cuando contienen materiales
potencialmente peligrosos", agregó. "Sin embargo, la industria
y el gobierno norteamericanos se resisten a este tipo de medidas".
Según el informe de los ecologistas, una de las víctimas del boom de
reciclaje de los productos tecnológicos obsoletos provenientes de Estados
Unidos en China, por ejemplo, fue el agua potable. Los investigadores
dicen que en las operaciones de reciclaje (incineración de plásticos y
cables, trabajos con ácidos para extraer oro, fundido e incineración de
tableros de circuitos soldados y destrucción de tubos de rayos catódicos
con alto contenido de plomo) suelen participar niños, muchos de los
cuales son inconscientes de los peligros. "Los trabajadores no
cuentan con equipos respiratorios de protección o ropas especiales y
muchas veces abren los cartuchos con destornilladores y utilizan pinceles
o las manos para arrojar el toner en baldes", dice el informe.
Los autores sostienen que las regulaciones ambientales más estrictas en
el mundo desarrollado generaron la tendencia a exportar materiales
peligrosos a los países más pobres, donde las protecciones laborales y
ambientales son inadecuadas. Los grupos ecologistas tomaron pruebas del
agua y del suelo en el río Lianjiang, en China, y las hicieron analizar
en un centro privado de Hong Kong. Los resultados revelaron niveles
alarmantes de metales pesados que coincidían directamente con los que se
utilizan en las computadoras. La prueba de agua, tomada cerca de un lugar
donde se procesan y se incineran tableros de circuitos, demostró niveles
de materiales tóxicos 190 veces superiores a los recomendados para el
agua potable por la Organización Mundial de la Salud. d
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